lunes, 22 de septiembre de 2008

elcuBucle


Sin embargo hoy abro los ojos en esta mañana. Con el rocío de la mañana me despierto mojado y mis gotas recorren mi cuerpo gélido, congelado.

La hierba verde oscura por la lluvia acaecida en la noche me recibe con su olor ozonoso. Figuras esbeltas y grises se acercan a mí y tendiéndome la mano me ayudan a incorporarme y me señalan a una dirección. Dudoso en mi inicio la marcha siguiendo el sentido de la señalización y ellos me acompañan hombro con hombro, sin hablar, sin mirar, sin mover ni un solo músculo. Reparo en que uno de ellos tiene un sombrero que le produce sombra en el rostro y al fijarme en su compañero veo que su rostro cubre su sombrero pero carece de expresión, carece de rostro. Ante semejante imagen horrorizante se percatan de mi asombro y me envuelven en una espesa manta de oscuridad.


Sin embargo hoy abro los ojos en esta mañana. Con el rocío de la mañana me despierto mojado y mis gotas recorren mi cuerpo gélido, congelado.

La hierba verde oscura por la lluvia acaecida en la noche [...] {¿No desperté ayer en el mismo estado?}[...] y tendiéndome la mano me ayudan a incorporarme. Eludiendo su invitación me arrastro a gatas dejando tras de mi mis pies inmóviles y mis piernas estiradas. Tras arrastrarme unos metros compruebo que mis músculos tocan el suelo, y mi piel ha quedado atrás con rostro agonizante de auxilio agarrando mi falange y atándome a él sin dejarme escapar. No puedo incorporarme pero tampoco puedo regresar ni detenerme continuando mi restregar y fundiéndome en uno con la hierba. La tierra me sumerge en su interior asfixiándome para luego... oscurecerme. Y... nada.


Sin embargo hoy abro los ojos en esta mañana. [...] {Me suena a estos días pasados. Toda una pesadilla} El suave tacto de las sábanas [...] {¿Sábanas? Parece que por fin salí de la repetición de la agonía.} [...] tras ponerme en pie mi mesita de noche la veo más lejana y las paredes, allá a lo lejos, parecen estar burlándose de mi. Incrédulo me froto los ojos para ver que mi cama ocupa poco más que mis uñas en las manos. Las paredes se convierten en mi techo para poder estar sentado encima de la puerta y mis ventanas ocupen mis ojos. Bajo mi estrés me quedo inmóvil mientras las aspas del ventilador comienzan a girar produciendo espirales y acercándose cada vez más a mis pupilas. {¡AH! ¡SOCORRO!} Pero todo es en vano, todo se arremolina y penetra cual afiladas puntas de lanza.


Sin embargo hoy abro los ojos esta mañana. {Para no abrirlos más}

No hay comentarios: