lunes, 7 de septiembre de 2009

Amanecer.


Que tu perfume llene la habitación.
Abro los ojos creyendo estar soñando aún y fijarme en las arrugas de la cama fundiéndose con el contorno de tu cuerpo moreno tan frágil y delicado que el pétalo de cualquier flor se deslizaría sin dificultad hasta la infinidad de tu ser.
Mis dedos, como plumas, sienten cada rincón, cada suavidad, tu piel erizándose mientras a la par inspiro bien hondo tu aroma retenido por tus sedosos cabellos y en tu esbelto cuello puedo leer bien claro "bésame".
Un beso basta para que te retuerzas y pegues a mi. Un beso para tu calor poder sentir. Un beso y en la infinidad de los 2 podernos fundir, sentirte en mi, sentir tus senos, tus manos, tu espalda.
Darte la vuelta y mirarte fíjamente a los ojos mientras contengo la respiración y me dispongo a bucear bien dentro de ti. Mis uñas no pueden evitarse clavar en ti cuando sin avisar me besas.

Beso tras beso, caricia tras caricia y gemido tras gemido nos vamos hundiendo en el colchón para no dejar de ser uno en este intante de dos.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Sueño


Unos días sacamos unas perras vendiendo las baratijas de los chinos en la calle a precio de joyería, otro día jugamos a los trileros hasta que llegan los pitufos y hay que salir corriendo como las ratas por las tuberías de la ciudad que llamamos calles.
A Chen, el Turco, David el gigante y a mi nos jodieron hará unas cuantas horas los hijos de puta del barrio céntrico. Los muy cabrones dieron la voz de espantada y otros nos aguardaron en la esquina para quitarnos todo nuestro botín conseguido aquella misma mañana con los primos de siempre (pobres ludópatas e ingénuos).
Como buenos bohemios buscavidas nos parecía más elegante quedar siempre en el mismo pub bebiendo pintas de negra mientras hablábamos de cómo conseguir dinero más rápido. Hoy tocaba discutir nuestras negruras e inchazones para devolvérselas sin más.
Nunca se sabe qué esquina aguarda para soltar la lengua así que decidimos reunirnos en mi piso. Lo se no es gran cosa, más bien mis caseros parecen ser mis cucarachas y el moho su oficina pero... es lo mejor que se encuentra estos días.
David el gigante trajo una pipa y el Turco secundó la movida de matar a los del barrio céntrico. Mi negativa enfureció a David que intentó atizarme una derecha en el mentón mientras el Turco me sujetaba; Chen sin saber qué demonios pasaba me defendió y nos ensalzamos los 4 en una buena pelea.
Soy diestro con los puños pero David consiguió esquivar lo justo para evitar un impacto directo con la derecha pero la evasiva no fue suficiente y mi codo lo dejó fuera de combate.
Una vez tranquilizados propuse darles una buena paliza a los del barrio céntrico o darles una jodida que los enchirone durante bastante tiempo. Pero la pipa los animó bastante y se pusieron en mi contra. Para ellos no era uno de los suyos y una mierda tan insignificante es suficiente para comportarnos como gángsters de poca monta.
"Vamos David, si tienes pelotas para liarte a tiros con los del centro pégamelo a mi, valiente de mierda."
Lo siguiente que recuerdo es despertar en esta cama. Al muy imbécil le falló la fuerza del disparo. Más bien me escupió al cerebro en vez de perforármelo, pero... está claro que cuando me recupere... la venganza será mía.